Fileteado porteño, un arte tradicional nacido en Buenos Aires
Buenos Aires es una ciudad de espíritu creativo. Una de sus formas más típicas de expresión es el fileteado porteño, un arte decorativo de origen popular que no tiene nada que ver con los cuadros y pinturas que se encuentran en las galerías de la ciudad. El fileteado es un estilo de pintura que se caracteriza por usar colores intensos y diseños intrincados. Tradicionalmente se ha utilizado para embellecer carteles, etiquetas, coches o muros.
Historia del fileteado porteño
El fileteado porteño nació en Buenos Aires a finales del s. XIX en las fábricas de carros, donde se empleaba para decorar los carros de caballos que transportaban alimentos y otros productos. Aunque no se ha podido determinar la fecha exacta de sus inicios debido a la falta de documentación, sí se sabe que sus iniciadores fueron inmigrantes italianos. La mayoría de testimonios coinciden en que el fileteado fue desarrollado Cecilio Pascarella, Vicente Brunetti, Salvador Venturo, y sus hijos.
Empezaron aplicando colores más vivos al gris que se solía usar en los carros municipales y posteriormente fueron añadiendo los elementos que ahora son típicos del fileteado: flores, cintas, banderas de líneas curvas, bolitas, falsos volúmenes, retratos, frases con dichos populares, letras ornamentadas… La ornamentación del fileteado remite al estilo neoclásico, pero también tiene muchas reminiscencias de la artesanía gitana.
Poco a poco, el fileteado argentino se convirtió en un símbolo distintivo de la ciudad de Buenos Aires, decorando muros, camones, tiendas…. Sin embargo nunca fue muy valorado por los críticos de arte y a pesar de su antigüedad el filete no se ha reconocido como arte popular típicamente argentino hasta fechas bastante recientes. En 2015 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
Hoy en día, la tradición del fileteado porteño continúa viva, en parte gracias a todos los artistas que han buscado nuevos soportes para filetear: ropa, botellas, zapatos, bolsos,… e incluso tatuajes. También puede verse en muchas calles de Buenos Aires, especialmente en las calles Defensa y Jean Jaurès, donde hay varias fachadas decoradas.
El 14 de septiembre es el día oficial del fileteado argentino, en conmemoración de la primera exposición que se realizó de este arte, en 1970.