El Ponte Vecchio de Florencia
El Ponte Vecchio es uno de los lugares más fotografiados de Florencia. Me resulta difícil decidir si es más popular o no que la catedral con sus líneas de mármol de colores y su cúpula gigantesca,… No importa. Cuando vayas a Florencia no debes dejar de visitar ninguno de los dos. El Ponte Vecchio con sus casas de colores ocres asomando sobre el río Arno es inolvidable.
Sus orígenes se remontan a la época del Imperio Romano, cuando era tan solo un puente de madera en el punto más estrecho del río a su paso por la ciudad. Posteriormente se mejoró por uno de piedra y en 1345 se reconstruyó por completo después de una inundación. El encargado fue Taddeo Gaddi que propuso un diseño bastante innovador para la época.
Entre los s. XV-XVI, el Ponte Vecchio de Florencia se convirtió en un centro de actividad comercial. Se instalaron en él pescaderos, fruteros y sobre todo, carniceros, convirtiéndolo en una especie de mercado y al río en el vertedero al que se tiraban todos los desperdicios. Se dice que el gran éxito comercial se debía a que no había que pagar tasas para comerciar en el puente. Fue entonces cuando surgieron las casas colgantes que le dan su aspecto característico.
En el s. XVI, cuando el Duque de la Toscana, Cosimo I de’ Médici, trasladó su residencia al Palazzo Pitti, mandó construir un pasillo cubierto para conectarlo con el Palazzo Vecchio, situado en la otra orilla del río y donde se hallaba la sede del gobierno de la ciudad. El corredor se construyó en el lado este del puente, sobre los comercios, y así los Médici podían cruzar sin mezclarse con la gente.
Este pasadizo mide 750 m. de longitud y es conocido como Corredor Vasariano en honor a Giorgio Vasari, el arquitecto que lo construyó. En su interior aloja numerosas obras de arte propiedad de los Médici así como una colección de autorretratos.
Molesto por los malos olores, en 1593, Fernando I de’ Médici, prohibió a los carniceros seguir vendiendo en el Ponte Vecchio y ordenó que lo desalojaran. Ocuparon su lugar los gremios de orfebres y joyeros.
A diferencia de otros puentes de Florencia, el Ponte Vecchio no fue destruido por las tropas nazis. Dice la leyenda que fue el propio Hitler quien ordenó que no lo tocaran porque quedó cautivado por su encanto. Aunque no fue derribado, sí que sufrió daños. En el extremo sur del Ponte Vecchio, encima del corredor de Vasariano, está la Torre Marinelli. Es la única que de las cuatro que había antiguamente que ha superado el paso de los años.