Bernini y Borromini, maestros de la Roma Barroca
Cuando uno piensa en Roma, enseguida se imagina el Coliseo, las ruinas de los antiguos foros imperiales… Pero la capital italiana ha tenido muchos otros momentos de esplendor y uno de ellos fue durante el período barroco, en el s. XVII, época en la que varios papas se encargaron de promover el arte y varias reformas en Roma, financiando a grandes arquitectos como Bernini y Borromini. Estos artistas adornaron la ciudad con fuentes, plazas, iglesias, palacios, patios, esculturas y otras construcciones, cambiando sustancialmente el aspecto de Roma.
Dentro de la Roma Barroca, la Plaza Navona ocupa un puesto privilegiado. En su centro está la Fuente de los Cuatro Ríos que es una de las obras más conocidas de Bernini. En ella los ríos Danubio, Nilo, Ganges y Río de la Plata, simbolizan los cuatro continentes de Europa, África, Asia y América. En la Plaza Navona está también la iglesia de Sant’Agnese in Agone, cuya fachada cóncava fue diseñada por Borromini.
Otra de las obras destacadas de Bernini es la iglesia de Santa Maria della Vittoria, en cuyo interior se halla la escultura “El éxtasis de Santa Teresa”, que muestra a la santa sumida en un éxtasis religioso mientras un ángel le apunta al corazón con una flecha.
La iglesia de Sant’ Andrea al Quirinale, también obra de Bernini, destaca por su forma elíptica, rica en estucos y mármoles policromados y por el gran número de capillas en su perímetro. Siguiendo la misma calle, la via del Quirinale, se llega a la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, la obra maestra de Borromini. Las cuatro fuentes del exterior, representan los ríos Tíber y Arno, y a las diosas Juno y Diana.
Otra de las grandes construcciones de Borromini es la iglesia de Sant’Ivo alla Sapienza, que se proyectó como capilla de la Universidad de Roma. Tampoco pueden faltar en nuestra lista de la Roma barroca la famosa columnata de la de San Pedro del Vaticano, la Fuente de la Barcaza en la Plaza España o la Fuente del Tritón en la Plaza Barberini.
Pero la fuente más famosa de Roma es, sin lugar a dudas, la Fontana de Trevi. También de estilo barroco, fue construida ya en el s. XVIII y es obra de Nicola Salvi. Es la fuente más grande de Roma, destaca por sus formas armónicas y por la gran expresividad de sus esculturas.¡No te olvides de arrojar una moneda en ella si quieres volver a Roma!